El cine de José Rodríguez Soltero: cuir latinx
Ciclo de cine
José Rodríguez Soltero (Santurce, 1943-Nueva York, 2009) fue un cineasta experimental activo en las décadas de 1960 y 1970. Su trabajo audiovisual está en la intersección de la vanguardia, las representaciones queer y la cultura latina de la época (en específico los nurorriqueños: puertorriqueños que viven en Nueva York). Aunque es una figura esencial de la diáspora caribeña y del underground cinéfilo, no fue hasta hace poco cuando su nombre comenzó a resonar más, gracias a la restauración de sus únicas tres películas conservadas: Jeroví (1965), Vida, muerte y asunción de Lupe Vélez (1966) y Diálogo con el Che (1968). Este ciclo de cine proyecta las tres obras mencionadas y cuenta con las presentaciones de Juan A. Suárez, especialista en cine underground norteamericano, Rolando Peña, artista venezolano y protagonista de Diálogo con el Che, y MM Serra, cineasta, programadora y archivista fílmica responsable de la restauración de los tres filmes.
Formado en la Universidad de Puerto Rico, la Sorbonne, el San Francisco State College y el Film Institute del College de Nueva York, las películas de Rodríguez Soltero fueron proyectadas en los cenáculos de la vanguardia neoyorkina, pero también en los festivales de Cannes, Berlín, Múnich, Roma, Spoleto y en la Cinémathèque française de Henri Langlois. Pese a ello, a comienzos de la década de 1970, el autor boricua abandona el cine y dedica el resto de su vida a trabajar para los servicios sociales del Ayuntamiento de Nueva York.
Rodríguez Soltero pertenece a la misma generación y contexto social que Jack Smith, director pionero del underground norteamericano, y Andy Warhol, con quienes comparte la seducción por el Hollywood de serie B y la feminidad excesiva de las grandes divas latinas; hacer películas con un mismo elenco de no actores, como los vecinos de la bohemia contracultural del Lower East Side, entre quienes destaca el puertorriqueño no binario Mario Montez (1935-2013); y una misma concepción del cine: sin guion, partiendo de la improvisación y montado con estrategias disruptoras como superimposiciones, saturaciones cromáticas o sonido no narrativo. A los tres también les une la pasión por las vidas al límite y la unión entre parodia y drama, pero sin duda Rodríguez Soltero es el más barroco de este trío de cineastas, y el que más sumó la cuestión racial a los debates queer de aquella escena artística neoyorkina.
Esta actividad forma parte de la programación especial que el Museo dedica a ARCOmadrid 2024 y al tema de este año La orilla, la marea, la corriente: un Caribe oceánico.
Programa
José Rodríguez Soltero. Jeroví
Estados Unidos, 1965, color, VO sin diálogos, AD, 11’
José Rodríguez Soltero. Diálogo con el Che
Estados Unidos, 1968, b/n, VO en español e inglés subtitulada en español, AD, 53’
—Presentación y coloquio de Rolando Peña, artista venezolano y protagonista de Diálogo con el Che, en el primer pase
Con la programación de la primera y última película conservadas de Rodríguez Soltero, esta sesión da cuenta de las inquietudes del cineasta, que pasa por una estética queer onírica, con Jeroví, a un compromiso político alineado con el Tercer Cine latinoamericano, en Diálogo con el Che. Ambas resuenan en otros filmes desaparecidos del cineasta: su ópera prima El pecado original (1964), un cortometraje surrealista que expone la actitud del autor hacia la virginidad, el sexo, el amor, el matrimonio, la religión y el statu quo de su país de origen; en sus últimos trabajos, los boletines fílmicos para el movimiento social puertorriqueño Young Lords o en los vídeos políticos para el Comité de Descolonización de la ONU a comienzos de 1970.
Jeroví es una fantasía sobre la masturbación desde el mito de Narciso, influenciada por Jean Cocteau y Gregory Markopoulos. En ella el joven Jeroví Sansón Carrasco —quien encargó, financió y protagonizó el filme— retoza sensualmente en un jardín de mezcla caribeña y orientalista. Por su parte, Diálogo con el Che cambia de registro y muestra en dos pantallas a un combativo Che Guevara, interpretado por Rolando Peña, hablando del futuro y qué es Latinoamérica. Rodada al poco de conocerse la muerte del Che, es un ejercicio de invocación animado por las técnicas del actor distante de Bertolt Brecht y el cine político de Glauber Rocha, Fernando Pino Solanas y Jean-Luc Godard.
Edificio Nouvel, Auditorio 200
200 personas
José Rodríguez Soltero. Vida, muerte y asunción de Lupe Vélez
Estados Unidos, 1966, color, VO en inglés subtitulada en español, AD, 49’
—Presentación y coloquio con Juan A. Suárez, historiador especialista en cine underground norteamericano y autor del artículo “The Puerto Rican Lower East Side and the Queer Underground” (Grey Room, 2008) y Bike Boys, Drag Queens and Superstars: Avant-Garde, Mass Culture and Gay Identities in the 1960s Underground Cinema (Indiana University Press, 1996)
Carmen Miranda, Dolores del Río, María Montez o Lupe Vélez —estela que seguiría la española Sara Montiel— son todas estrellas de la época dorada de Hollywood, y fueron parte de la educación sentimental de los cineastas Rodríguez Soltero, Andy Warhol o Jack Smith, quienes las contemplaban extasiados en su infancia. También tienen en común una feminidad saturada y una cualidad de extranjeras o desplazadas, tanto por la lengua como por la geografía, que las convertiría en una obsesión para esta generación de cineastas y artistas queer a la que Rodríguez Soltero pertenece.
Rebautizado por Jack Smith como Mario Montez, en honor a la ya mencionada actriz María Montez, René Rivera, el mejor actor del underground neoyorquino, protagoniza la película de esta sesión: Vida, muerte y asunción de Lupe Vélez. Este biopic experimental realizado por Rodríguez Soltero está dedicado a la actriz Lupe Vélez, a quien Warhol también dedicó su versión. En la obra, el cineasta —probablemente influido por la reseña camp y sensacionalista que hizo Kenneth Anger en el libro Hollywood Babylon (1959)— presenta en secuencias no lineales la vida de la mexicana, desde el burdel hasta el estrellato, con una banda sonora compuesta por boleros, flamenco o pasodoble —verdadero mixtape latino— junto a The Supremes y Vivaldi. Vélez, de trágica muerte, queda redimida de su turbio pasado como una virgen que asciende a los cielos.
Edificio Nouvel, Auditorio 200
200 personas
Leslie Goodwins. La ardiente mexicana
Estados Unidos, 1940, b/n, VO en inglés subtitulada en español, AD, 67’
José Rodríguez Soltero. Vida, muerte y asunción de Lupe Vélez
Estados Unidos, 1966, color, VO en inglés con subtítulos en español, AD, 49’
—Con la presentación en vídeo en ambos pases de MM Serra, cineasta, programadora y archivista fílmica responsable de la restauración de las películas de José Rodríguez Soltero
En esta segunda proyección de Vida, muerte y asunción de Lupe Vélez, el filme de Rodríguez Soltero es precedido por una película protagonizada por la verdadera actriz para que el público descubra de primera mano los rasgos que fascinaron al cineasta: el temprano uso del spanglish, la unión entre comicidad y tragedia, o la feminidad exagerada; un ejemplo de cómo el cine queer underground es inseparable del cine de Hollywood. Debido a su trágico suicidio, Vélez significó la unión entre el brillo y la oscuridad del Hollywood más glamuroso, tema que fascinaría a Rodríguez Soltero y sus contemporáneos. Como narra Kenneth Anger, diluyendo realidad y ficción: embarazada, Vélez se vistió de largo, cenó con dos amigas e ingirió una dosis mortal de barbitúricos; luego, tumbada en la cama, los fármacos la obligaron a acudir presta a vomitar y encontró la muerte engalanada con la cabeza dentro del inodoro.
Segundo pase, 23 de marzo, entrada libre hasta completar aforo
Edificio Nouvel, Auditorio 200
200 personas
Primer pase: gratuita hasta completar aforo. Puedes retirar tus entradas en taquillas o web del Museo a partir de las 10:00 h del 5 de marzo (máximo 2 por persona). Se reserva el 20 % del aforo para asistir sin retirar entrada el día de la actividad. Apertura de puertas media hora antes de la proyección
Segundo pase: libre hasta completar aforo