Algo que no sabemos que sabemos, pero sabemos: micorriza
Laboratorio de experimentación con formas de vida vegetal
Gratuita hasta completar aforo, previa inscripción mediante correo electrónico hasta el 6 de noviembre indicando datos personales (nombre, apellido, lugar y fecha de nacimiento) y motivación para participar en el taller
Inscripción cerrada
De una inquietud profunda por la comunicación con otras formas de vida nacen unas dietas muy rigurosas de ingesta de plantas. De estas dietas surge la pieza para escena Coreografías selváticas, de la artista Adriana Reyes. De esta pieza emerge el laboratorio Algo que no sabemos que sabemos pero que sabemos, guiado por Reyes junto con Manuela Pedrón Nicolau: una propuesta de experimentación con formas de percepción y consciencia sutil a través del trabajo con plantas.
Poniendo en práctica un conjunto de rituales colectivos y personales, a través de diferentes sesiones, este laboratorio plantea generar una comunidad temporal dedicada al trabajo con tinturas naturales, realizadas de forma artesanal con plantas autóctonas de la península ibérica. En esta propuesta, el uso de plantas no se entiende en clave instrumental, sino relacional: se busca componer un diálogo molecular humano y vegetal a partir de conocimientos ancestrales traídos al presente en una transmisión no lineal.
El laboratorio Algo que no sabemos que sabemos pero que sabemos aterriza en el Museo Reina Sofía con la voluntad de preparar el terreno para Archivos del común V. Memorias fúngicas, la quinta edición de la serie de encuentros bianuales que organizan el Museo y la Red Conceptualismos del Sur, y que en esta ocasión se dedica al reino fungi como medio y discurso para abordar las prácticas sobre/con/en los archivos.
En diálogo con esta propuesta, esta actividad plantea un terreno en el que las raíces de las plantas se encuentran con los hongos en relación simbiótica. De este modo, al igual que las plantas sintetizan para los hongos hidratos de carbono y vitaminas, en agradecimiento por los nutrientes, minerales y agua que reciben, este laboratorio se presenta como la micorriza —la simbiosis entre las raíces de las plantas y los hongos— de Archivos del común V. Memorias fúngicas.
Participantes
José Ramón Hernández es artista indisciplinar afrocubano. Vive y trabaja en Madrid y La Habana. Su práctica se desplaza entre la dirección artística, la dramaturgia, la coreografía, el comisariado de artes en vivo, la instalación, la performance, la docencia, la mediación y la gestión cultural. También es fundador y director artístico de Osikán - vivero de creación. Su investigación creativa pone foco en las ritualidades afrodescendientes, las performatividades, las cuerpas periféricas, las materias, las espiritualidades, las memorias, las migraciones, las cartografías y los deseos.
Manuela Pedrón Nicolau se dedica al comisariado y la educación en arte contemporáneo. Trabaja especialmente cuestiones relacionadas con la investigación artística y las formas de narración que desde este ámbito exploran lo social y lo político. Formó parte del colectivo Catenaria y junto a Jaime González Cela ha comisariado exposiciones y dirigido programas de actividades en distintas instituciones. Ha sido residente en la Real Academia de España en Roma, Hangar Barcelona, el Centro Huarte en Pamplona y DAAD Berlin.
Adriana Reyes Rosón es antropóloga y creadora en el ámbito de las artes vivas. Cuenta con un máster en estudios feministas, se ha especializado en sexualidades y diversidad y formado con diferentes creadoras entre España, Brasil y Portugal. Destaca su interés por las ciencias sociales, las artes vivas, los estudios transfeministas, las espiritualidades y las formas de vida vegetal, ámbitos diversos que suponen también campos de placer y acción en su práctica cotidiana.
Programa
—Con la colaboración de José Ramón Hernández