Este programa de investigación y docencia propone aproximarse al cuerpo como un archivo político y cultural, distanciándose críticamente de las aproximaciones al cuerpo como corpus, templo, naturaleza, sede del poder soberano, envoltorio, domicilio o propiedad. En términos filosóficos podríamos decir que el cuerpo moderno (sano o enfermo, normal o patológico) no tiene estatuto ontológico, sino biopolítico y performativo.