Una de las cuestiones más importantes para historiadores, críticos de arte y artistas contemporáneos es llegar a entender la compleja relación entre la experiencia del arte y su institucionalización. Mirar críticamente el rol del “museo de arte moderno” contemporáneo supone entender su historia, investigando no sólo qué fuerzas políticas y económicas son expresadas en la exhibición de arte, sino también qué realidades y mitologías son creadas en este proceso.