La cámara no deja de moverse mientras sigue la operación de vaciar la Huerta de San Vicente de todo su contenido, cuadros, muebles, alfombras, maceteros, cacharros, piano, hasta dejarla limpia, monda, desnuda, y acompañar los objetos envueltos en plástico semitransparente hasta un guardamuebles donde se amontonan.