Sala 431
Marcel Broodthaers: Cinéma Modèle, 1970

En 1968, Marcel Broodthaers fundó el Musée d’Art Moderne, Département des Aigle (Museo de arte Moderno. Departamento de las Águilas), un proyecto de institución itinerante en el que estudiaba la labor del museo y donde él asume también las tareas de comisario y director, cuestionando el rol del artista y abriendo preguntas fundamentales sobre el papel del arte en la sociedad. En 1970 incorpora el cine a esta discusión, instalando el «Cinéma Modèle» (Cine modelo), que fue un anticipo de la creación del Section Cinéma dentro de su museo ficticio.

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En 1968, Marcel Broodthaers fundó el Musée d’Art Moderne, Département des Aigle (Museo de arte Moderno. Departamento de las Águilas), un proyecto de institución itinerante en el que estudiaba la labor del museo y donde él asume también las tareas de comisario y director, cuestionando el rol del artista y abriendo preguntas fundamentales sobre el papel del arte en la sociedad. En 1970 incorpora el cine a esta discusión, instalando el «Cinéma Modèle» (Cine modelo), que fue un anticipo de la creación del Section Cinéma dentro de su museo ficticio.

Lo inauguró con un programa llamado «Programme La Fontaine» que consistía en cinco películas de su propia autoría, inspiradas por cinco artistas y escritores que tomó como modelos: La Fontaine, Schwitters, Magritte, Mallarmé y Baudelaire. Broodthaers es en sus comienzos un poeta, la poesía marca estructuralmente su manera de entender el mundo. Las películas que realiza y luego selecciona y expone en Cinéma Modèle exploran, por un lado, los diferentes aportes al lenguaje que hacen estos artistas y escritores y, por otro, son ejercicios de lectura que se plantean como un tiempo poético y social propios. Formalmente, estas obras fílmicas expandidas son en sí mismas manifestaciones de nuevas estructuras audiovisuales poéticas. Broodthaers entendía el cine como una prolongación del lenguaje plástico, y lo vinculaba constantemente a otras disciplinas artísticas, como la pintura o la poesía. De esta manera, a la vez que sus películas desbordan el medio fílmico tradicional, a través de ellas se puede estudiar su cosmovisión artística.

Si bien el cine tuvo un rol protagonista en la producción artística de Broodthaers, él no se definía a sí mismo como un cineasta, así como tampoco lo hacía como poeta, pintor o escultor. Artista de posguerra, su obra estuvo inundada por la búsqueda constante de una gestualidad nueva que fuera más allá de los límites tradicionales de su medio. Intentó de esta forma, llevar al lenguaje cinematográfico las cuestiones de su tiempo. En sus propias palabras, «Intento crear una obra que muestre el carácter pletórico de las imágenes que impregnan nuestra civilización… Aquí, la idea es evidenciar la extraña ilegibilidad de la información. Empiezo con definiciones claras, bastante bien definidas. La obra, si se quiere, está programada desde el principio, pero no enteramente. Yo la preparo como se prepara un happening, es decir, como un contexto, un marco destinado a englobar cualquier cosa imprevisible».

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