Sala 103.14
Durante la segunda década del siglo XXI, adquiere creciente importancia en la escena artística internacional el trabajo del grupo de investigación Forensic Architecture, capitaneado por el arquitecto anglo-israelí Eyal Weizman, que traslada técnicas de visualización avanzadas a la investigación sobre la vulneración de los derechos humanos en el ámbito legal. De este grupo emergen también una serie de prácticas artísticas independientes, que se especializan en áreas geográficas, técnicas o aspectos específicos de las investigaciones pro-derechos humanos. Este es el caso del artista libanés Lawrence Abu Hamdan, quien principalmente explora las dimensiones políticas del sonido y la voz, así como su potencial como evidencia legal. En la instalación Walled Unwalled, el artista realiza un ensayo sonoro que explora el funcionamiento como dispositivo político, la violencia que este mecanismo arquitectónico ejerce sobre determinadas comunidades, y su papel fundamental en casos de violación de los derechos humanos.
Con sede en la Universidad de Goldsmiths, Londres, Forensic Architecture aplica técnicas de visualización digitales y análisis espaciales importadas de disciplinas como la arquitectura en investigaciones sobre la vulneración de los derechos humanos en conflictos geopolíticos o militares, casos de brutalidad policial, gestión de políticas fronterizas o migratorias y procesos de degradación ambiental. En sus iniciativas subyace una crítica a los modelos de visualidad occidental hegemónicos y a su progresiva militarización, entroncando con el trabajo de otros artistas como Harun Farocki o Hito Steyerl. Las investigaciones de este grupo se hacen públicas siguiendo una triple vía: sus conclusiones se usan en tribunales nacionales e internacionales, parlamentos y en distintas comisiones políticas gubernamentales; se divulgan en prensa con el carácter de evidencias, una función históricamente asociada al fotoperiodismo; sus resultados son ampliamente expuestos en bienales de arte y arquitectura y museos, quienes financian parcialmente la acción del grupo. El grupo constituye también una importante cantera de nuevos artistas, como es el caso de Lawrence Abu Hamdan, el grupo Forensic Oceanography o Paulo Tavares.
En la instalación Walled Unwalled, Abu Hamdan recurre a ejemplos judiciales como el juicio al deportista sudafricano Oscar Pistorius, o testimonios orales de los supervivientes de los abusos cometidos por el régimen de Bashar al-Asad en la prisión de Saydnaya, en Síria, para cuestionar la vigencia de la función arquitectónico-espacial de los muros ––su separación entre vida pública y privada y su contención de lo doméstico–– así como su función legal ––su delimitación entre jurisdicciones––. Realizada íntegramente en el estudio de grabación Funkhaus ––un vestigio de la época de la Guerra Fría situado en el antiguo Berlín Oriental–– Hamdan construye en Walled Unwalled una polifonía que muestra la porosidad de estos sistemas, así como su acción represiva, en un momento en el que el presidente de los Estados Unidos, Donald J. Trump, seguía empecinado en construir un muro entre Estados Unidos y México para evitar el tránsito de migrantes hacia el norte.