Obra del mes: Alberto Sánchez. La romería de los cornudos, 1933

Alberto Sánchez diseñó el decorado para la primera representación del ballet La romería de los cornudos el 9 de noviembre de 1933 en el Teatro Calderón de Madrid por la compañía de Encarnación López, La Argentinita. La música de Gustavo Pittaluga estaba concebida como un divertimento coreográfico y seguía la estela de Manuel de Falla con ecos de Igor Stravinsky y del grupo Les Six, con voluntad de crear música española que se alejara del pintoresquismo romántico mediante el equilibrio y la simplicidad.

En sintonía con la partitura, la escenografía de Alberto siguió su propio lenguaje vanguardista y se alejó de cualquier expresión folclórica. El escultor y su amigo el pintor Benjamín Palencia venían inspirándose en los paisajes imaginarios de Joan Miró y en los dibujos escultóricos de formas óseas de Pablo Picasso de finales de los años veinte para definir una plástica que plasmara un vínculo sensitivo con la naturaleza. Las esculturas y los dibujos coetáneos de Alberto mostraban la simbiosis de la figura y del paisaje imbuido de los fenómenos atmosféricos, y de las cualidades sensitivas y táctiles de la vegetación, con una poética que evocaba todos los sentidos. Al afrontar el diseño escenográfico, el escultor, con el precedente de renovación del trabajo de Rafael Barradas para el Teatro del Arte en la década de 1920, siguió su propia ideología y concibió la escena como una experiencia estética unitaria de decorado, figura y texto.

Tres telones envolventes representan la ermita y el entorno en el que, según el libreto de Federico García Lorca y Cipriano Rivas Cherif, se celebraba la romería del Cristo de Moclín que concedía la fertilidad a la primera mujer que, tras la noche de cánticos y bailes de sus maridos, le entregara una corona de flor de verbena. En el telón central las formas sinuosas del paisaje cubren el horizonte elevado diseminado de los carros y burros de los romeros. En primer término, unas formas híbridas de animal y vegetal, aluden a la trama, recordando las figuras extrañas y amenazantes de algunos dibujos coetáneos del escultor como Formas en el desierto (ca. 1934-36). Unas figuras que definen también la arquitectura del decorado derecho, mientras que en el izquierdo, el que se expone en la sala, se representa la ermita de aspecto híbrido y con una cualidad sensorial y viva que supone un avance respecto a sus decorados para Fuenteovejuna (1933).

 

                                                                                                                  Carmen Fernández Aparicio


Alberto (Alberto Sánchez) Toledo, 1895 - Moscú, 1962
La romería de los cornudos, 1933
Pintura al agua sobre papel
Decorado lateral izquierdo
Dimensiones:
520 x 530 cm y dos piezas de 150 x 100 cm (escalera)


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