El pasado 16 de agosto falleció Kevin Power, poeta, profesor, ensayista y crítico

El pasado 16 de agosto falleció Kevin Power, poeta, profesor, ensayista y crítico, que fuera subdirector del Museo Reina Sofía entre los años 2003 y 2005. Kevin Power luchó de forma militante durante los años 80 por la articulación de una nueva crítica de arte rigurosa, comprometida y en diálogo con el debate internacional, participando como protagonista en las pioneras revistas Figura Arena. Desde su mirada de expatriado británico, supo entender como pocos el valor y el sentido de los artistas españoles, predominantemente pintores, del momento, comisariando una de las exposiciones claves de la década: Cota Cero (+-0,00) sobre el nivel del mar, celebrada en Alicante en 1985, y a la cual pertenece este interesante texto del catálogo:

Permítaseme que concluya la presente introducción con una breve referencia a un fenómeno histórico intrigante. La mayoría de los pintores citados están envueltos en lo que Faust ha denominado ‘el hambre de la pintura’, y sin embargo, todos ellos maduraron en un período dominado por los Happenings, el arte terrestre, el arte conceptual y el minimal. Delgado, Broto, García Sevilla, Navarro Baldeweg, Quejido, Villata e incluso Barceló han conocido íntimamente la ruptura dramática en diversos grados de intensidad.  Para aquellos que llegaron a ser artistas cuando el minimalismo aún tenía el aura de la novedad, la figura aparecía únicamente en la periferia de la visión. Un joven pintor que volviera a estos temas, emprendería, desde mi punto de vista, una migración al núcleo de la pintura. Esto explica nuestra impresión actual de emoción y esperanza. De forma casi paradójica, cuando la creencia en una visión optimista y lineal de la historia o del progreso parecía poderse sostener, muchos pintores sintieron  que su contrapartida sería el destierro de la figura, una necesidad de olvidarse del individuo y de hablar para la colectividad por medio de abstraciones. Cuando la figura hacía acto de presencia, era mítica como en el caso de De Kooning.  […] La afirmación que Judd hizo de los valores de totalidad, unidad e indivisibilidad podría traducirse por una reiteración de la presencia en función de nuestro vitalismo actual. Realmente la sensibilidad literalista es teatral porque, al principio, está comprometida con las circunstancias actuales, en las que se verifica el encuentro entre el artista y la obra.”

Cota Cero sobre el nivel del mar. Alicante: Diputación Provincial de Alicante, 1985

Sus intervenciones críticas son una guía privilegiada para entender el desarrollo del arte en España durante las tres últimas décadas, aplicando su sensibilidad e inteligencia a artistas tan dispares como Palazuelo y García Sevilla, Uslé, Miquel Navarro o Juan Luis Moraza. Atento al arte internacional desde el inicio de su carrera, ampliaría el campo en los últimos años hacia Latinoamérica y los nuevos focos del arte global.