Una fuerza posible: hacia una poiética del vivir-juntas. Mesa redonda, performance, conferencia y ciclo de proyecciones

Carlos Osorio, Psiquátrico de Oviedo. La Cadellada, 1975. Cortesía de María Dolores Santalla
Carlos Osorio, Psiquátrico de Oviedo. La Cadellada, 1975. Cortesía de María Dolores Santalla

Este programa de actividades surge de la necesidad de poner en común el malestar que atravesamos al haberse transformado la sociedad del bienestar en una forma de gobernanza que provoca la proliferación de nuevos trastornos, patologías y medicaciones.

En Una fuerza posible: hacia una poiética del vivir-juntas, artistas, teóricos y activistas comparten las experiencias de una serie de redes de cuidados, formas de organización no-institucionales y comunitarias, saberes situados y modos de vida que, tras los movimientos anti-psiquiátricos de los setenta, funcionan como una alternativa a los dispositivos de medicalización del malestar, en tanto que técnicas para la represión de subjetividades, deseos y placeres que no se pliegan a la normalidad. Los extendidos estados de ansiedad, estrés, depresión, pánico o déficit de atención, junto con la aparición de nuevas dolencias como la fibromialgia u otras formas de agotamiento crónico, que combinan lo psíquico y lo físico, se relacionan sin duda con fenómenos como la precariedad o la desaparición del trabajo asalariado. Así, el éxito de los tratamientos fármaco-químicos se mide por su eficacia coercitiva y por la destreza empírica con que transforman la más pequeña somatización en un cuadro de diagnóstico estable.

La creciente actitud crítica y una nueva forma de entender la práctica clínica constituyen, en algún sentido, dos fuerzas complementarias que nos permiten imaginar un horizonte terapéutico para trabajar con los miedos y desafíos que se desprenden de la necesidad de vivir juntas, que no se agotan en el paradigma médico, ni con la rehabilitación de conductas o la integración de aquellos que son diferentes en un modo de existencia deseable para el neoliberalismo. No se trata de disolver el sufrimiento personal en la biología, como hace parte de la neurociencia, sino de investigar las condiciones políticas y sociales que posibilitan que la tortura, el encierro o el aislamiento emocional, más cotidiano y secreto, casi trivial, sigan justificándose con motivos médicos. En ese sentido, Una fuerza posible: hacia una poiética del vivir-juntas busca liberar a la locura de su apropiación por parte de la ciencia médica, desatando a su vez la potencia del lenguaje y los saberes del cuerpo viviente. Es decir, que el malestar deje de ser la desoladora experiencia individual de seres alienados, excéntricos y marginados.

A partir de actividades con formatos diversos (mesas redondas, conferencias, proyecciones, performances y sesiones de lectura), el programa busca también que la verdad de cada cuerpo dañado, con su sufrimiento y vulnerabilidad, pase al espacio público como una exuberancia personal y colectiva de la que podamos aprender; que esas experiencias afecten al mayor número de personas para imaginar nuevas formas de vida y nuevos agenciamientos, en los que toda crisis o catástrofe anímica coincida con la apertura a otro mundo posible, o como sugiere Peter Pál Pelbart, con las condiciones de posibilidad para una mutación subjetiva.

Como actividad complementaria se ha constituido un grupo de lectura Una fuerza posible, de asistencia gratuita previa inscripción, que durante los meses de junio y julio trabajará sobre textos relacionados con sus principales tesis.

Ver el programa completo de la actividad

Fechas: 28 de junio – 6 de julio, 2018

Organización: Museo Reina Sofía en el marco del proyecto Midstream. New ways of audience development in contemporary art

Actividad relacionada: Grupo de lectura Una fuerza posible: hacia una poiética del vivir-juntas

 

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